Hay indicios que confirmarían la existencia de Morales de Toro ya en época romana. Más adelante, en la Edad Media, Alfonso III de Asturias consolidó las fronteras del reino en los ríos Duero y Mondego, y llevó a cabo una fuerte actividad repobladora, acogiendo a una importante inmigración mozárabe. Posiblemente sea de esta época el castillo o fortaleza que hubo en Morales.
En el año 1153 Morales quedó incluido dentro de la demarcación de la Tierra de Toro que hizo el rey Alfonso VII de León, quien concedió a Toro estas tierras.
Ya en el siglo XIII, en el año 1220, el obispo Martín de Zamora otorgó fuero propio a Morales de Toro, si bien la localidad fue donada en 1222 a la Orden Teutónica, hecho que no evitó que en 1244 le fuese concedido un nuevo fuero por parte del obispo Pedro de Zamora.
En el siglo XIV, Pedro I el Cruel sucedió en el trono a su padre Alfonso XI, bajo cuyo reinado es cuando mayor número de veces aparece citado Morales en los escritos de la época.
Por otro lado, desde las Cortes leonesas de 1188, Morales fue una de las localidades representadas por la ciudad de Toro en Cortes, siendo una de las que integró posteriormente la provincia de Toro, dependiendo desde la Edad Media del arciprestazgo toresano.
Ya en la Edad Moderna, durante el reinado de Felipe II de España el endeudamiento de la Corona tuvo como una de sus consecuencias que Morales fuese vendido en Señorío a Rodrigo de Ulloa, Señor de la Mota, hecho que tuvo lugar en el año 1573, desapareciendo dicho señorío en el 1812.
El dos de junio de 1813 tuvo lugar en las proximidades de Morales de Toro la llamada «batalla de Morales», en la que se puso fin a la Guerra de la Independencia en tierras zamoranas. En ella se enfrentaron unidades de la caballería napoleónica contra otras de la caballería británica, estas últimas formando parte del ejército aliado que al mando de Duque de Wellington había entrado pocos días antes en España por la frontera luso-zamorana al norte del Duero y que avanzaba por la provincia de Zamora en busca de los ejércitos imperiales al mando del rey José I Bonaparte.
Ya en la Edad Contemporánea, al crearse las actuales provincias en la división provincial de 1833, Morales de Toro quedó encuadrado en la provincia de Zamora, dentro de la Región Leonesa, la cual, como todas las regiones españolas de la época, carecía de competencias administrativas. Un año después Morales fue adscrita al partido judicial de Toro.
Tras la constitución de 1978, Morales de Toro pasó a formar parte en 1983 de la comunidad autónoma de Castilla y León, en tanto municipio integrado en la provincia de Zamora.
Fuente: Teófilo Gutierrez Gallego